domingo, 21 de julio de 2013

Fósiles de Mosasaurus cretácico fueron encontrados en Lara


En un documento científico publicado el 30 de Junio del 2008 en Paläontologische Zeitschrift con el nombre de “The Paleozoic and Mesozoic vertebrate record of Venezuela: An overview, summary of previous discoveries and report of a mosasaur from the La Luna Formation (Cretaceous)”, que se traduciría “El registro de vertebrados del Paleozoico y Mesozoico en Venezuela: Un resumen y recopilación de los descubrimientos anteriores y el reporte de un Mosasaurus en la Formación La Luna (Cretácico)”, realizado por los investigadores: Marcelo R. Sánchez-Villagra y Winand Brinkmann, de Zürich, y Roberto Lozsán, de Barquisimeto, se informa sobre un Mosasaurus encontrado en dicha formación del estado Lara.

Los huesos fueron descubiertos por Roberto Lozsán, quien fue ayudado por S. Muñoz e I. Muñoz, durante un trabajo de campo en el 2007. Las piezas, que fueron registradas con el código UNEFM-VF-39, son: dos fragmentos del cráneo de diferentes tamaños, que consisten en una punta pequeña de la mandíbula inferior y un pedazo deteriorado por el paso de los millones de años, en el que se puede apreciar la parte media de la mandíbula inferior, con pedazos comprimidos de la mandíbula superior, incluso la pérdida de las puntas de los dientes y exposición de sus raíces.

También se hallaron vértebras del cuello y vertebras torácicas, las cuales se encontraron incrustadas en la roca. Otra parte del cuerpo, que se descubrió en perfecto estado, fueron cuatro dedos de su aleta; dichas falanges se sometieron a estudios de comparación anatómicas con otros descubrimientos hechos de Mosasaurus, llegando a una posible clasificación filogenética de Ectenosaurus clidastoides.

Dimensiones y comparación con otros fósiles

El tamaño del Ectenosaurus venezolano hace sugerir que era un joven Mosasaurus cuando murió, en comparación con otros hallazgos de este género en otras partes del mundo. Existe un famoso fósil de Ectenosaurus encontrado en Estados Unidos y registrado con el código FHSM VP-401, específicamente en la formación Niobrara, en Smoky Hill Chalk. Aunque se halló sólo la mitad del Mosasaurus, dio a la ciencia muchos datos sobre esta especie, porque incluso se encontró parte de la piel impresa en la roca, dando a entender que su aspecto era más parecido a la piel de una culebra.
Fósil de un Ectenosaurus clidastoides hallado en el centro de los Estados Unidos, específicamente 
en Smoky Hill Chalk, que pertenece a la fm. Niobrara, al norte del estado de Kansas 
y parte del sur del estado de Nebraska.
El tamaño de este ejemplar norteamericano sugiere que el Ectenosaurus pudo haber llegado a los casi seis metros (5.90 m.). Sin embargo, también se presume que es un ejemplar joven, ya que en esta misma formación estadounidense se han encontrado algunas piezas fósiles de mayor tamaño, pero que todavía no se tiene toda la seguridad a que especie corresponden, aunque se conjetura que pueden pertenecer a un adulto de Ectenosaurus; dicho fósil misterioso se ha registrado con el código KUVP 1024.

Época y otros fósiles asociados

Según los estudios realizados, se estima que el Mosasaurus venezolano vivió en el período Turoniano o Turoniense, en el Cretácico superior, edad que se extiende de 93,5 hasta 89,3 millones de años atrás. 

Sin embargo una de las piezas fósiles más importantes que se encontraron en el estado Lara fue la parte del estómago, que consiste en una pieza de 10 cm de ancho y 8 cm de alto, donde se aprecian unas costillas más pequeñas que las del organismo en cuestión, llegando a la conclusión de que son parte de su última comida. En la identificación de estas pequeñas costillas aparece una diminuta cabeza, identificando el conjunto como un potencial Plesiosaurus de pequeño tamaño. Esta cría de Plesiosaurus tiene las piezas de proporciones muy reducidas para poder llegar a una identificación más especifica, pero coloca una importante pista en el ecosistema de esa época venezolana, sumando un Plesiosaurus a los organismos prehistóricos en nuestra tierra.

Pliosaurio (reptil marino parecido al Mosasaurus) a punto de comerse un Plesiosaurus.
Escena parecida que, gracias a estos fósiles, los científicos
aseguran que pudo ocurrir hace 90 millones
de años en Venezuela.
Esto es de suma importancia, ya que en la misma formación La Luna, del estado Lara, y muy cerca de donde se halló este Mosasasurus se encontró un ejemplar de Xiphactinus o también llamado “Pez Bulldog”, que pertenece al Cretácico superior, pero con pocos millones de años de diferencia (Xiphactinus = 95 millones de años, mientras que el Mosasaurus = 90 millones de años aproximadamente). Por estudios en Norteamérica, se puede asegurar que en el mar de esa época estos dos ejemplares llegaron a vivir juntos, sumados a Plesiosaurus y otra fauna descubierta en EEUU.
Otro fósil de Mosasaurus encontrado de la misma época Turoniana (90 millones de años aproximadamente) pero más cercano, concretamente en nuestra hermana República de Colombia, fue el Yaguarasaurus colombianus descrito en 1994 por Páramo, M. E., en un documento llamado “Posición sistemática de un reptil marino con base en los restos fósiles encontrados en capas del Cretácico Superior en Yaguará (Huila)”, publicado en la Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Lo que completa un mapa prehistórico marino de la zona sin fronteras para esa época y con una alta actividad biológica por parte de estos grandes reptiles que dominaron los mares hace millones de años.
Representación artística del Plesiosaurus, hecha por Daniel Eskridge. 
Esta es la misma especie de la que se habla legendariamente
en Escocia y es conocida como Monstruo del lago Ness
o comúnmente llamado Nessie.
¡Ni el Mosasaurus ni el Plesiosaurus eran dinosaurios!

Hay que recordar que el Mosasaurus, al igual que el Plesiosaurus, no eran dinosaurios, sino reptiles, como son los cocodrilos actuales. Ellos convivieron en la misma época de los dinosaurios, pero no pertenecen a la superorden Dinosauria, sino que los Mosasaurus tienen su orden llamada Squamata y los Plesiosaurus su propia orden que es Plesiosauria. Es posible que en la formación La Luna se puedan hacer más hallazgos como en EEUU o Colombia y quien sabe, algún día, si seguimos estudiando la zona con toda la de la ley, tengamos nuestros propios dinosaurios del Cretácico en nuestros museos y documentos científicos que los describan.

Ahora todos los venezolanos tenemos una gran responsabilidad de cuidar y seguir estos estudios paleontológicos. Como Colombia, los venezolanos ya tenemos nuestro propio Mosasaurus y, como EEUU, estamos en camino de ser responsables con nuestro patrimonio fósil y esto nos lleva a una conciencia y cultura paleontológica que nos une con el resto del mundo. Si encuentras algún fósil, no dudes en llamar a las autoridades inmediatamente, para que el Instituto de Patrimonio Cultural junto con paleontólogos puedan identificar estos fósiles y tener más documentos científicos sobre la vida prehistórica que nos rodea. Dile no al espolio y a los huaqueros que dañan nuestro pasado que es de todos los venezolanos.

Dale me gusta en Facebook y síguenos en Twitter. Pasa la noticia, para que podamos realizar un paleoartículo del tipo “Todo sobre el Mosasaurus venezolano”, porque en Paleovenezuela tenemos muchos más datos e imágenes que podemos publicar en base a estos documentos científicos.

Fuente:

jueves, 18 de julio de 2013

Táchira: Patrimonio Geológico con fósiles del único dinosaurio hallado en Venezuela

Valla en el lugar donde se encontraron los restos del primer dinosaurio de Venezuela
Fotos: prensa Jaureguina Tv

16/07/2013. Instituciones del Estado se unen en beneficio y resguardo del patrimonio geológico en el municipio Seboruco, estado Táchira, al impedir el levantamiento de una pantalla atirantada en el sector La Quinta, donde fueron encontrados restos del primer dinosaurio en Venezuela.

El pasado 14 de julio de 2013, comisiones del Instituto Nacional de Geología y Minería (INGEOMIN), el Servicio Autónomo de Metrología e Hidrocarburos (SAMH) y Petróleos de Venezuela (PDVSA), entes adscritos al Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería, instalaron una valla en la carretera Seboruco – La Grita, con la finalidad de informar a los habitantes de estos municipios, turistas, estudiantes e investigadores que en ese sector se encuentra el Monumento Natural donde fueron encontrados fósiles del único dinosaurio en Venezuela, según publicaciones realizadas por parte de un equipo de investigadores franceses en 1992.

El Ing. Omar Contreras, representante de la comisión declaró que la formación La Quinta, de edad jurásica, es decir originada entre doscientos y ciento ochenta millones de años atrás, es la única en Venezuela, en la cual, se han encontrado restos de un dinosaurio; he allí la relevancia de la valla de protección que se colocó, porque es una evidencia de la Pangea, lo cual lo convierte “en un lugar muy importante para la ciencia nacional e internacional”.

Por su parte, José Luis Omaña, técnico en geología y trabajador de la Alcaldía Bolivariana de Seboruco manifestó que la intensión de la valla es informar a las comunidades aledañas de la existencia del monumento natural, no sólo para preservar la integridad del mismo, sino también para que sea protegido por ellos.

“Ojala que estas actividades se sigan dando en otros lugares de estos municipios para conservar las cosas que son nuestras, ese también es un principio del socialismo, que nosotros cuidemos nuestras raíces para que esta belleza natural atraiga a los turistas. Todas esas cosas tenemos que preservarlas, así que la invitación es a que los pueblos de Jauregui, de Seboruco, de José María Vargas, se sumen a la protección de este monumento natural”, señaló.

Lugar donde se ubicaron los restos del primer dinosaurio 
de Venezuela, en Seboruco estado Táchira
De igual forma, el Instituto del Patrimonio Cultural conjuntamente con la Alcaldía de Seboruco, realizaron un acuerdo en el cual se establece preservar este patrimonio invaluable que será de gran contribución científica para próximas investigaciones. A través de este patrimonio geológico se busca potenciar e impulsar el turismo en la zona y a su vez propiciar el acercamiento entre la ciencia y la comunidad.




Notas de PaleoVenezuela: 
  • El dinosaurio representado en la valla es un Dilophosaurus, dinosaurio carnívoro chino de la orden Saurischia, pero que no representa al dinosaurio herbívoro de la orden Ornithischia a la cual pertenecen los fósiles encontrados en la Fm. La Quinta.
  • La única observación en el video es que cuando se hace zoom la valla muestra un error en el nombre Kunding, que en realidad es Kündig (con diéresis y sin la "n" entre la "i" y la "g"); el referencial completo del documento científico es: "Kündig, E., 1938-b. The pre-Cretaceous rocks of the central Venezuelan Andes with some remarks about the tectonics, Bol. Geol. y Min. Caracas, 2(2-4): 21-43." y que describe la formación.

martes, 9 de julio de 2013

Una ventana a la Edad del Hielo en Venezuela

Abraham Zamorano
BBC Mundo, Caracas
Martes, 9 de julio de 2013
El breal de Mene de Inciarte es un gran charco de petróleo, pero también 
una ventana al pasado para los paleontólogos.

Un joven caballo se acerca a beber agua y cae en la trampa mortal del breal: petróleo puro en la superficie que atrapa como arena movediza, primero al equino y después al tigre con dientes de sable que llegó pensando en darse un festín. Y también al buitre, y al escarabajo, todo.

Después de 27.000 años, allí siguen, donde el ojo poco entrenado no ve más que un enorme charco de un negro viscoso con pestilentes efluvios de metano burbujeando.

Para un paleontólogo, sin embargo, un breal es más bien la entrada a la cueva de Alí Babá cuyo tesoro no es otra cosa que un ecosistema completo encapsulado en el tiempo, miles de años a la espera de ser desenterrado. Y en Venezuela, país petrolero, abundan.

A la labor de desentrañar los breales se ha dado el venezolano Ascanio Rincón, paleontólogo del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), en Mene de Inciarte, al pie de la sierra Perija en el estado Zulia.

Rincón describe el lugar, caluroso, pringoso y apestoso, como algo muy parecido a asomarse a las puertas del infierno. Pero también como una perfecta "ventana para mirar el pasado", su particular mina de oro científica.

"Todo el ecosistema está ahí atrapado y preservado en el tiempo", le dijo a BBC Mundo.

En el lugar, a unos 80 km de Maracaibo (oeste), el equipo de investigadores que acompaña a Rincón, cinco estudiantes, desde 1996 apenas ha podido escavar un metro cúbico y han conseguido 6.000 fósiles. Con 1,2 por 0,5 km de breal, tiene trabajo para 300 años.

El tigre dientes de sable

Inspirado por el llamativo museo instalado en el breal de Rancho de la Brea en Los Ángeles, Estados Unidos, donde los visitantes pueden ver la excavación, Rincón se animó a aprovechar la riqueza hidrocarburífera venezolana para la paleontología.

El equipo de Rincón ha escavado apenas un metro
cúbico del breal, suficiente para encontrar 6.000 fósiles.
"En noviembre de 1996, mi tutor de pregrado y yo fuimos con un mapa geológico a donde habíamos visto un muy grande depósito de asfalto. Paramos el carro, caminamos diez minutos y vimos un montículo. A simple vista conseguimos dos dientes de un tigre dientes de sable. Fue lo primero, fue eléctrico, amor a primera vista y nos lanzamos a excavar", recuerda sin poder ocultar su entusiasmo.

El hallazgo estaba en un montículo acumulado por una excavación durante las primeras prospecciones de petróleo en Venezuela, allá por 1914.

"Lo primero que describimos fue el tigre de dientes de sable, el emblemático, lo que iba a pagar nuestras cuentas porque la gente prefiere los carnívoros gigantes que meten miedo, el muchacho de la película, a los ratones", explica el paleontólogo.

"Yo estudio ratones, pero no consigo financiación. Entonces, el tigre pagó las cuentas de los ratones", comenta Rincón, divertido, en su laboratorio del IVIC, a las afueras de Caracas.

Allí, en poco más de 20 metros cuadrados, entre fósiles de todo tipo, el investigador muestra su entusiasmo con el yacimiento y con sus hallazgos. Además del tigre, presume de un enorme fémur de un mastodonte.

El breal

El breal, que tanto abunda en Venezuela, es una emanación natural de hidrocarburos desde las profundidades a través de fracturas o poros. Una filtración que forma lagunas de petróleo.

Bajo el tórrido sol venezolano, el breal de Mene de Inciarte, al pie de la sierra Perija en el estado Zulia, resulta algo muy parecido a las puertas del infierno.

El lugar es la pequeña mina de oro de este científico y su equipo: "Es un gran sumidero de animales. Toda la cadena trófica queda ahí para la interpretación del paleontólogo", cuenta.
Uno de los fósiles más llamativos recuperados en
Mene de Inciarte es el fémur de un joven mastodonte.
"Es adhesivo, todo lo que pasa, potencialmente, puede quedar adherido y el animal puede morir por inanición o sofocamiento", agrega.

Atrapados se encuentran sobre todo animales jóvenes, más inexpertos, víctimas propiciatorias de la trampa pegajosa del crudo, que al ser impermeable acumula agua y se convierte en un bebedero mortal.

Además del de Mene de Inciarte, otro importante yacimiento de este tipo en Venezuela es el de Orocual, en el estado Monagas, cuya investigación cuenta con el aval del Pdvsa La Estancia, el brazo cultural de la petrolera estatal.

"Es mucho más antiguo, tiene 2,5 millones de años, nos acerca más al momento en que la fauna de Norteamérica ingresa a Sudamérica, que durante 65 millones de años fue una isla", dice.

"El Mene de Inciarte nos acerca a la última Edad de Hielo. Juntos son dos grandes panorámicas sobre el origen de los ecosistemas sudamericanos".

Edad del hielo

Asomándonos a la Edad del Hielo a través del breal de Mene de Inciarte, lo primero que llama la atención es la "megafauna": animales enormes, como armadillos del tamaño de un automóvil que crecían tanto por carecer de depredadores.

Pero además había animales muy pequeños y, prestando algo más de atención, se podría apreciar "la enorme diversidad de aves".

"Las aves cuentan una historia muy particular, algunas estaban asociadas a esa megafauna, limpiándolos, como en las sabanas africanas, en relación de simbiosis", explica Rincón.
Pero además, al encontrar molares de porcinos de monte, se puede pensar que en la zona había, junto a animales propios de la sabana, otros más de bosque.

"Tenemos una suerte de ecosistema de mosaico, sabana grande con parques de árboles, lo que coincide con la hipótesis del final del pulso glacial", explica el paleontólogo.

En el lugar han descubierto ya cinco grandes carnívoros: el tigre dientes de sable, dos lobos, un zorro gris carroñero y un cánido que está por identificar. "Además, una gran gama de herbívoros, micromamíferos y pájaros muy pequeños", cuenta.

Y la vida sigue y todavía quedan atrapados animales, insectos y hace no mucho hasta una lechuza.


Fuente:

domingo, 7 de julio de 2013

Venezuela es territorio rico en fósiles

Los científicos apenas han comenzado a develar algunas de las especies que hace millones de años vivieron en el país

LILIA MALAVÉ GÓMEZ
19 DE MAYO 2013 - 12:49 AM 

La diversidad de Venezuela es una cualidad que se remonta incluso al pasado. Entre playas, montañas, selva, ríos y la rica flora y fauna de las que muchos venezolanos presumen, pero pocos conocen, se esconde la riqueza paleontológica del país. Una riqueza de cuantía, literalmente incalculable de acuerdo con especialistas.

Aunque no existe cifras concretas de la paleodiversidad de lugares o regiones, pues los registros fósiles no suelen estar completos, hay panoramas que permiten ilustrar la posición del país en este tema. De acuerdo con el paleontólogo Jorge Carrillo Briceño, la mayor paleodiversidad conocida hasta hoy de peces marinos del neógeno -período surgido entre 23 y 5 millones de años aproximadamente-, la tiene Venezuela en toda el área de la América tropical. Otro territorio de valor es la Formación Urumaco, correspondiente al mioceno tardío (entre 11 y 5 millones de años), en el estado Falcón, donde se halla la mayor variedad de vertebrados fósiles del país: peces, reptiles, aves y mamíferos.

"En Venezuela podemos encontrar rocas que datan del precámbrico, como fiel testimonio de los procesos naturales por los que pasó el territorio. En algún momento estuvimos conectados a otras tierras lejanas, formando grandes continentes hoy desaparecidos ­Pangea, Gondwana­. También formamos parte de la gran isla América del Sur, que hace apenas 3 millones de años aproximadamente se vinculó a Norte América gracias al surgimiento del istmo de Panamá, y dio paso a uno de los intercambios biológicos más importantes de la historia del planeta. Este proceso es conocido como el Gran Intercambio Faunístico Americano, cuando Venezuela y Colombia fueron puerta de entrada y salida de las faunas del norte y del sur. A partir de este momento el territorio, la gran isla y sus faunas endémicas, no serían las mismas", dijo.

Carrillo, venezolano que realiza un doctorado en Paleontología en el Instituto de Paleontología y Museo de la Universidad de Zúrich en Suiza, habla con propiedad del tema pues es uno de los autores del libro Venezuela Paleontológica. Esta publicación presentada en Zúrich la semana pasada recoge de forma amena investigaciones de un grupo de especialistas en la materia.

El también venezolano Marcelo Sánchez, adscrito a la institución educativa suiza, es coautor de la investigación. Sobre la riqueza biológica del país señala que en general las especies vivientes representan sólo 1% del total que debió haber existido en otras eras, una cifra interesante si se toma en cuenta que Venezuela está clasifi cada entre los 17 países megadiversos del planeta por su abundancia en fl ora y fauna, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. "La evolución de animales y plantas ha ocurrido en un largo tiempo geológico. Por ejemplo, los animales con columna vertebral existen desde hace unos 500 millones de años".

Indicó que la paleontología recién comienza como ciencia formal en el país, y son varios los desafíos que afronta. "De 99% de especies extintas no se preservan todas como fósiles. Tan sólo se conserva una pequeña proporción y, de esas pocas, aún menos han sido buscadas y encontradas", dijo.

Caracas, valle de fósiles. El proceso de fosilización es complejo y deben existir ciertas condiciones para que los huesos de un animal puedan ser fosilizados. Carrillo señaló que, en el caso de animales invertebrados con conchas duras (como caracoles), al morir sus caparazones son cubiertos por sedimentos y hay altas probabilidades de que sean fosilizados.

En el caso de los vertebrados, el proceso es más complicado. "Por lo general cuando un animal muere es devorado y sus restos son desarticulados por otros animales carroñeros.

Los pocos restos que pudieran ser fosilizados tendrían que ser cubiertos por sedimentos antes de su destrucción total. Sólo se conservan sus restos óseos y dentales".


En Venezuela hay fósiles descubiertos y aún por descubrir.

Un dato curioso y que no muchos conocen es que algunas partes de Caracas se asientan sobre roca que preserva restos de megafauna o mamíferos que vivieron hace pocos miles de años, de acuerdo con Sánchez. Igualmente asegura que el aeropuerto de Maiquetía está construido sobre rocas marinas llenas de conchas de moluscos y otros animales que vivieron hace 2 millones de años aproximadamente. Para los más entusiastas con el recuerdo del tiranosaurio rex que se ve en el filme Jurassic Park , quizá los caparazones no sean la perspectiva más emocionante de un fósil. A ellos les resultará de interés saber que estos especialistas estudian la existencia de dinosaurios en Táchira hace millones de años, aunque no de tan gran tamaño. A estos hallazgos dedica un capítulo completo la publicación.

Fuente:
http://www.el-nacional.com/ciencia_y_ambiente/Venezuela-territorio-rico-fosiles_0_193180693.html
http://www.msanchezlab.net/_files/130519_nacional_venezuela.pdf

viernes, 5 de julio de 2013

Paleo-escena del crimen

Como si se tratara de la escena de un crimen, los paleontólogos reconstruyen el hábitat y lo que fueron los últimos momentos de los restos fosilizados de las especies. Pueden encontrarse flora y fauna que estén asociadas, por lo que se debe planificar muy bien la tafonomía, tratar con mucho cuidado y experticia cada uno de los elementos que componen la escena prehistórica.

De no hacerse de esta manera, se perdería una gran cantidad de datos, lo que implica que se pueden dañar los fósiles y sus asociaciones medioambientales, por lo que es importante que los profesionales y las autoridades se encarguen del levantamiento de los huesos. 

Dile no al expolio y a los huaqueros que dañan nuestro patrimonio fósil. Todos estos restos prehistóricos deben estar en un museo, para que todos los venezolanos los podamos apreciar y estudiar en documentos hechos por científicos con lujo de detalles. 

¡Ya sabes! Si encuentras fósiles, repórtalos a las autoridades o al Instituto de Patrimonio Cultural (IPC). 

Ayúdanos a crear conciencia paleontológica. Protege nuestro patrimonio fósil, que es de todos los venezolanos. Te lo agradecerán nuestras futuras generaciones. 

En la foto el correcto procedimiento por profesionales autorizados: 
Momento del etiquetamiento de fósiles de mastodontes donde el antropólogo Miguel Ángel Perera (derecha en primer plano) observa a distancia al Antropólogo Argenis Agüero (izquierda de gorra vino tinto) en Zanja de Lira, municipio Girardot del estado Cojedes (marzo 2008). Foto cortesía: Argenis Agüero.

Nuestro objetivo principal en PaleoVenezuela: Proteger el patrimonio fósil e incentivar la cultura paleontológica en Venezuela. 

miércoles, 3 de julio de 2013

Clase de Paleontología de los mamíferos en Venezuela


Clase abierta dictada por el Dr. Ascanio Rincón el 14 de Marzo del 2013 en la USB.

Primer video:


Segundo video:

Cortesía de la Sección de Videoconferencia de la Dirección de Servicios Multimedia de la Universidad Simón Bolívar.