Un Dinosaurio caminó en el Táchira.
El Lesothosaurio, un reptil que ha sido localizado también en África del Sur, vivió hace 180 millones de años -durante el jurásico- en lo que hoy es el territorio nacional. El fósil fue hallado por una expedición integrada por franceses y venezolanos, que se lo llevo a Paris.
Un investigador de la Universidad de los Andes hace gestiones para que sea traído de vuelta al País.
Pequeño entre los grandes
En La Grita, Estado Táchira, se encontró el fósil de uno de los dinosaurios más pequeños que se conocen, el único que se ha hallado en Venezuela.
Características:
Fue bautizado como cf (compárese)- Lesothosaurus, porque se considera que pertenece al mismo género de otro fósil que fue hallado en Lesotho, África del sur. Pertenecía al orden de los ornistiquios, o “caderas de aves”.
No llegaba a superar el metro de largo. El tamaño del que se hallo en el país era aproximadamente el de un pavo.
Este dinosaurio era semejante a un lagarto de cola larga. Su cabeza era pequeña. Ligero y ágil, sus patas traseras parecían diseñadas para correr a grandes velocidades.
Alimentación y hábitos.
Herbívoro, tenía un hocico corto y más bien puntiagudo, plagado de pequeños y finos dientes que parecían puntas de flecha; con ellos desmenuzaba -pero sin masticar- las plantas que le servían de alimentación. También podía alimentarse de carroña y de insectos.
Sus pequeños brazos le servían para llevarse ramas a la boca.
Carecía de estructura defensivas (espolones, placas o corazas), pero se cree que utilizaba sonidos o señales para comunicarse con sus semejantes y advertirles cuando algún depredador merodeaba.
La Paleontología busca apoyo para crecer en el país.Hace 180 millones de años, un dinosaurio vivía y se desplazaba sobre lo que hoy es el estado Táchira. No era tan espectacular como los terribles especímenes a los que son tan aficionadas las producciones hollywoodenses, aunque pertenecía al Jurásico, precisamente a la misma edad geológica que se caracterizó por el predominio de los grandes reptiles sobre la tierra.
La conformación del planeta era entonces muy distinta a la actual. Para empezar, estaba apenas comenzando la separación en trozos del supercontinente Pangea, que concentraba todo el territorio que luego se convirtió en América, Asia, Europa, África y Oceanía. Antes de eso, la superficie terrestre se había dividido en dos territorios, que han sido bautizados como Laurasia y Gondwana. A este ultimo estaba integrada Venezuela en el momento en que fue habitada por algunos de aquellos reptiles que se extinguieron hace millones de años.
Sin embargo, la primera y única huella de la existencia de dinosaurios en el territorio, fue hallada por un grupo formado por investigadores del Museo de Ciencias Naturales de Paris y por un geólogo venezolano, actualmente profesor de la Universidad de los Andes, Oscar Odreman. Aquel animal fue reconocido luego como un Lesothosaurus, un género que había sido identificado en la localidad de Lesotho, en África del Sur, por el conocido paleontólogo norteamericano Paul Sereno.
El pequeño reptil –no alcanzó una estatura mucho mayor que la de un pavo-, fue encontrado hace diez años y, sin embargo, muy poco se ha difundido acerca de su existencia. Hoy, Odreman hace gestiones para que el fósil sea regresado al país, seguro de que es parte del patrimonio cultural que no debe perderse.
Hallazgo sorpresivo
El científico está convencido de la importancia del descubrimiento, entre otras cosas, porque, señala, permite hacer correlaciones entre África y América del Sur. “En este momento hacemos comparaciones entre África del Norte, Venezuela y otros países que estuvieron integrados al continente Gondwana. Lo que hallemos puede tener, inclusive, importancia económica, especialmente para la búsqueda de hidrocarburos” asegura.
Especializado en el estudio de la vegetación, Odreman ha investigado acerca de las plantas propias de la formación La Quinta, la localidad cerca de La Grita donde fue encontrado el fósil. En aquella época, el sitio estaba cubierto “por vegetación baja, no por bosques ni selvas, por cierto, sino parecidas a una llanura de inundación de rio, en la que no hay posibilidad de reproducción de arboles grandes. En la zona donde apareció el dinosaurio había, por ejemplo, plantas del tipo de los helechos”. Eran, precisamente, las matas el alimento predilecto del lesothosaurio, que tampoco despreciaba, según se ha especulado, a los insectos y a la carroña.
El hallazgo del fósil ocurrió al final de una expedición que casi resulto infructuosa, promovida por los investigadores franceses, en la que Odreman participó como representante del Ministerio de Energía y Minas. El paper científico fruto de ese trabajo, fue publicado en la revista de la Academia de Ciencias de Paris, en 1992.
Se trataba de una novedad, “porque nunca habíamos encontrado dinosaurios en la región, aunque sabíamos que había sedimentos del Jurásico. Se habían localizado plantas fósiles y algunos invertebrados”. Investigadores de la Universidad del Zulia han encontrado posteriormente otros restos, pero también del mismo género de dinosaurio.
El descubrimiento –narra- les sorprendió, “porque habíamos buscado desde mucho antes y no habíamos encontrado indicios.
Cuando uno busca fósiles puede pasar hasta dos y tres años explorando sin encontrar nada. La formación La Quinta es una unidad geológica de sedimentos rojos y esa es una característica enmascara los fósiles”. El color azul que adquieren los huesos con el tiempo fue la pista que guió a los investigadores a su encuentro con el pasado prehistórico de la región.
Tesoro por recuperar
La presencia del lesothosaurio, podría indicar que otros dinosaurios habitaron La Grita hace millones de años. Cautelosos, como buen científico, Odreman prefiere dejar abierta la interrogante. Otras naciones latinoamericanas, entre ellas Argentina, tienen yacimientos en los que se han encontrado grandes cantidades de fósiles de reptiles gigantes. Algunos de los descubrimientos han sido tan llamativos como la localización de los enormes huevos de Auca Mahuida, en la Patagonia.
Es precisamente la experiencia de la nación del sur la que le sirve al investigador venezolano para apoyar su posición de que el fósil del reptil de La Grita debe regresar al país. “Varios países tienen instrumentos jurídicos que protegen ese tipo de hallazgos. En Argentina tienen la ley 9080, que establece que nadie puede sacar un fósil, porque es un patrimonio cultural de la nación”, señala.
Odreman se queja del atraso de las investigaciones paleontológicas en el país. Solamente la industria petrolera, comenta, se ha preocupado por el estudio de los microfósiles, pero únicamente cuando les interesa localizar yacimientos petroleros. La curiosidad humana por conocer a los antiguos habitantes del territorio, no ha sido apoyada económicamente, aunque actualmente se hacen esfuerzos por crear un grupo de investigación en la Escuela de Ingeniería Geológica de la ULA, asegura.
-¿Hay planes para proseguir la búsqueda de fósiles en La Quinta?
- Hay proyectos para continuar indagando en todo el Paleozoico, es decir, en la era primaria, donde hay gran cantidad de fósiles. Esto incluye a La Quinta y también a Perijá en el Zulia. El problema en Táchira es que las rocas, en la región, han sido objeto de movimientos de las placas de la tierra, lo que hace que los fósiles se metamorfoseen y desaparezcan.
La pregunta inevitable -y sin respuesta- es que ocurrió con el lesotosaurio y con los otros dinosaurios, que desaparecieron de la faz de la Tierra. El científico siente antipatía hacia las teorías que señalan que los grandes reptiles se extinguieron como consecuencia de la caída de un enorme meteorito sobre el planeta. Se inclina, al igual que sus colegas, por la idea de que los cambios climáticos que sufrió el mundo, que condujeron lentamente a su enfriamiento, condenaron a muerte a esas especies.
Habitantes del Jurásico
El fósil localizado en el país tiene una antigüedad de 180 millones de años. Vivió en el período Jurásico, una edad geológica que comenzó hace 200 millones de años aproximadamente, en la que reinaron los dinosaurios.
Bautizado en su honor
Oscar Odreman es una rara avis en el país, como el mismo reconoce, “no tiene tradición en paleontología”. Su formación en esa área del conocimiento la obtuvo en la Universidad de La Plata, En Argentina, donde -luego del culminar sus estudios- se desempeño como profesor universitario durante ocho años. Se incorporó como docente de la Universidad de los Andes en 1987.
Señala que en el país hay otros yacimientos importantes de fósiles. En Perijá, recuerda, se han encontrado trilobites, artrópodos parientes de las cucarachas, que se extinguieron hace millones de años, durante el Paleozoico, una de las más antiguas edades geológicas. Precisamente, uno de estos ejemplares, aunque no encontrado en el país, sino en Alemania, fue bautizado como Rhenops Odremani, por investigadores del Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, para homenajear al científico venezolano. Entre sus investigaciones se destaca un estudio de la zona de Carache, Estado Trujillo, en el que caracterizó la flora y la fauna del Paleozoico en esa región del país.
Fuente:
El Nacional. (Marielba Núñez)
Jueves 18 de Julio del 2002
Un investigador de la Universidad de los Andes hace gestiones para que sea traído de vuelta al País.
Pequeño entre los grandes
En La Grita, Estado Táchira, se encontró el fósil de uno de los dinosaurios más pequeños que se conocen, el único que se ha hallado en Venezuela.
Características:
Fue bautizado como cf (compárese)- Lesothosaurus, porque se considera que pertenece al mismo género de otro fósil que fue hallado en Lesotho, África del sur. Pertenecía al orden de los ornistiquios, o “caderas de aves”.
No llegaba a superar el metro de largo. El tamaño del que se hallo en el país era aproximadamente el de un pavo.
Este dinosaurio era semejante a un lagarto de cola larga. Su cabeza era pequeña. Ligero y ágil, sus patas traseras parecían diseñadas para correr a grandes velocidades.
Alimentación y hábitos.
Herbívoro, tenía un hocico corto y más bien puntiagudo, plagado de pequeños y finos dientes que parecían puntas de flecha; con ellos desmenuzaba -pero sin masticar- las plantas que le servían de alimentación. También podía alimentarse de carroña y de insectos.
Sus pequeños brazos le servían para llevarse ramas a la boca.
Carecía de estructura defensivas (espolones, placas o corazas), pero se cree que utilizaba sonidos o señales para comunicarse con sus semejantes y advertirles cuando algún depredador merodeaba.
La Paleontología busca apoyo para crecer en el país.Hace 180 millones de años, un dinosaurio vivía y se desplazaba sobre lo que hoy es el estado Táchira. No era tan espectacular como los terribles especímenes a los que son tan aficionadas las producciones hollywoodenses, aunque pertenecía al Jurásico, precisamente a la misma edad geológica que se caracterizó por el predominio de los grandes reptiles sobre la tierra.
La conformación del planeta era entonces muy distinta a la actual. Para empezar, estaba apenas comenzando la separación en trozos del supercontinente Pangea, que concentraba todo el territorio que luego se convirtió en América, Asia, Europa, África y Oceanía. Antes de eso, la superficie terrestre se había dividido en dos territorios, que han sido bautizados como Laurasia y Gondwana. A este ultimo estaba integrada Venezuela en el momento en que fue habitada por algunos de aquellos reptiles que se extinguieron hace millones de años.
Sin embargo, la primera y única huella de la existencia de dinosaurios en el territorio, fue hallada por un grupo formado por investigadores del Museo de Ciencias Naturales de Paris y por un geólogo venezolano, actualmente profesor de la Universidad de los Andes, Oscar Odreman. Aquel animal fue reconocido luego como un Lesothosaurus, un género que había sido identificado en la localidad de Lesotho, en África del Sur, por el conocido paleontólogo norteamericano Paul Sereno.
El pequeño reptil –no alcanzó una estatura mucho mayor que la de un pavo-, fue encontrado hace diez años y, sin embargo, muy poco se ha difundido acerca de su existencia. Hoy, Odreman hace gestiones para que el fósil sea regresado al país, seguro de que es parte del patrimonio cultural que no debe perderse.
Hallazgo sorpresivo
El científico está convencido de la importancia del descubrimiento, entre otras cosas, porque, señala, permite hacer correlaciones entre África y América del Sur. “En este momento hacemos comparaciones entre África del Norte, Venezuela y otros países que estuvieron integrados al continente Gondwana. Lo que hallemos puede tener, inclusive, importancia económica, especialmente para la búsqueda de hidrocarburos” asegura.
Especializado en el estudio de la vegetación, Odreman ha investigado acerca de las plantas propias de la formación La Quinta, la localidad cerca de La Grita donde fue encontrado el fósil. En aquella época, el sitio estaba cubierto “por vegetación baja, no por bosques ni selvas, por cierto, sino parecidas a una llanura de inundación de rio, en la que no hay posibilidad de reproducción de arboles grandes. En la zona donde apareció el dinosaurio había, por ejemplo, plantas del tipo de los helechos”. Eran, precisamente, las matas el alimento predilecto del lesothosaurio, que tampoco despreciaba, según se ha especulado, a los insectos y a la carroña.
El hallazgo del fósil ocurrió al final de una expedición que casi resulto infructuosa, promovida por los investigadores franceses, en la que Odreman participó como representante del Ministerio de Energía y Minas. El paper científico fruto de ese trabajo, fue publicado en la revista de la Academia de Ciencias de Paris, en 1992.
Se trataba de una novedad, “porque nunca habíamos encontrado dinosaurios en la región, aunque sabíamos que había sedimentos del Jurásico. Se habían localizado plantas fósiles y algunos invertebrados”. Investigadores de la Universidad del Zulia han encontrado posteriormente otros restos, pero también del mismo género de dinosaurio.
El descubrimiento –narra- les sorprendió, “porque habíamos buscado desde mucho antes y no habíamos encontrado indicios.
Cuando uno busca fósiles puede pasar hasta dos y tres años explorando sin encontrar nada. La formación La Quinta es una unidad geológica de sedimentos rojos y esa es una característica enmascara los fósiles”. El color azul que adquieren los huesos con el tiempo fue la pista que guió a los investigadores a su encuentro con el pasado prehistórico de la región.
Tesoro por recuperar
La presencia del lesothosaurio, podría indicar que otros dinosaurios habitaron La Grita hace millones de años. Cautelosos, como buen científico, Odreman prefiere dejar abierta la interrogante. Otras naciones latinoamericanas, entre ellas Argentina, tienen yacimientos en los que se han encontrado grandes cantidades de fósiles de reptiles gigantes. Algunos de los descubrimientos han sido tan llamativos como la localización de los enormes huevos de Auca Mahuida, en la Patagonia.
Es precisamente la experiencia de la nación del sur la que le sirve al investigador venezolano para apoyar su posición de que el fósil del reptil de La Grita debe regresar al país. “Varios países tienen instrumentos jurídicos que protegen ese tipo de hallazgos. En Argentina tienen la ley 9080, que establece que nadie puede sacar un fósil, porque es un patrimonio cultural de la nación”, señala.
Odreman se queja del atraso de las investigaciones paleontológicas en el país. Solamente la industria petrolera, comenta, se ha preocupado por el estudio de los microfósiles, pero únicamente cuando les interesa localizar yacimientos petroleros. La curiosidad humana por conocer a los antiguos habitantes del territorio, no ha sido apoyada económicamente, aunque actualmente se hacen esfuerzos por crear un grupo de investigación en la Escuela de Ingeniería Geológica de la ULA, asegura.
-¿Hay planes para proseguir la búsqueda de fósiles en La Quinta?
- Hay proyectos para continuar indagando en todo el Paleozoico, es decir, en la era primaria, donde hay gran cantidad de fósiles. Esto incluye a La Quinta y también a Perijá en el Zulia. El problema en Táchira es que las rocas, en la región, han sido objeto de movimientos de las placas de la tierra, lo que hace que los fósiles se metamorfoseen y desaparezcan.
La pregunta inevitable -y sin respuesta- es que ocurrió con el lesotosaurio y con los otros dinosaurios, que desaparecieron de la faz de la Tierra. El científico siente antipatía hacia las teorías que señalan que los grandes reptiles se extinguieron como consecuencia de la caída de un enorme meteorito sobre el planeta. Se inclina, al igual que sus colegas, por la idea de que los cambios climáticos que sufrió el mundo, que condujeron lentamente a su enfriamiento, condenaron a muerte a esas especies.
Habitantes del Jurásico
El fósil localizado en el país tiene una antigüedad de 180 millones de años. Vivió en el período Jurásico, una edad geológica que comenzó hace 200 millones de años aproximadamente, en la que reinaron los dinosaurios.
Bautizado en su honor
Oscar Odreman es una rara avis en el país, como el mismo reconoce, “no tiene tradición en paleontología”. Su formación en esa área del conocimiento la obtuvo en la Universidad de La Plata, En Argentina, donde -luego del culminar sus estudios- se desempeño como profesor universitario durante ocho años. Se incorporó como docente de la Universidad de los Andes en 1987.
Señala que en el país hay otros yacimientos importantes de fósiles. En Perijá, recuerda, se han encontrado trilobites, artrópodos parientes de las cucarachas, que se extinguieron hace millones de años, durante el Paleozoico, una de las más antiguas edades geológicas. Precisamente, uno de estos ejemplares, aunque no encontrado en el país, sino en Alemania, fue bautizado como Rhenops Odremani, por investigadores del Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, para homenajear al científico venezolano. Entre sus investigaciones se destaca un estudio de la zona de Carache, Estado Trujillo, en el que caracterizó la flora y la fauna del Paleozoico en esa región del país.
Fuente:
El Nacional. (Marielba Núñez)
Jueves 18 de Julio del 2002
Tengo un hijo amante de la paleontología pese a su temprana edad y me gustaría apoyarlo en este sueño de ser paleontologo ... Como hago? como lo motivo mas?
ResponderEliminarMuy fácil, cómprele muchos libros (básicos y avanzados), películas, comiquitas y cualquier material audiovisual relacionado al tema.
EliminarNo es fácil pero algún día se harán mas descubrimientos solo hace falta mas y mas iniciativas (y)
ResponderEliminarQue pena que no se de más importancia a la palentología en Venezuela. A mi me encanta, y en especial este dinosaurio era muy bonito, y cuando excavan y encuentran uno, se lo llevan a Francia.
ResponderEliminar¡Buenos días!
EliminarPara Francia se llevaron unos pequeños y pocos trozos que no sirvieron para identificar a ciencia cierta una especie, sino para sugerir una. Además, se recogieron muchas piezas más del mismo dinosaurio que están
en la universidad del Zulia.
¡Saludos!